Cómo cambiamos el color a un coche en Cuellar Zaragoza

Fecha: 27/11/2019

Si estás planteándote un cambio de color o reparar alguna zona concreta de tu vehículo, es importante tener en cuenta que un buen acabado solo se consigue con un trabajo profesional, experiencia, técnica, habilidad y buen material.

¿En qué consiste?

Lo primero que hacemos es desmontar las piezas exteriores del coche para eliminar cualquier resto de color antiguo, incluyendo manetas, cerraduras, parachoques, puertas, pilotos o gomas.

En segundo lugar se debe tratar la chapa  para que el resultado final sea el deseado. Si ésta tiene golpes importantes será necesario repararlos. Posteriormente, se lija todo el vehículo. Así la superficie quedará uniforme y lista para el siguiente paso: la imprimación. Ésta solo se aplica en las zonas reparadas y su misión principal es proteger la chapa de la oxidación y proporcionar mayor agarre a la pintura.

En tercer lugar se limpia bien toda la parte exterior  del vehículo para eliminar partículas de suciedad o restos de lijado. Se realiza un soplado de aire comprimido con un compresor y un desengrasado de la superficie. Tras este paso se deben sellar y envolver  las zonas que no se desean pintar para aislarlas y protegerlas evitando así que se pulvericen.

En esta etapa es importante que el color elegido sea el adecuado, por lo tanto, en caso de que el color deseado sea el mismo que el de serie, se debe conocer exactamente el tono. Se comienza aplicando una primera capa suave, llamada de anclaje, para que sea más fácil detectar posibles imperfecciones y corregirlas. Se deja secar y se aplican el resto de capas. Siempre en las cabinas con entorno controlado, libre de partículas de polvo y con una temperatura ambiental homogénea. El último paso es aplicar dos capas de barniz para realzar todo el trabajo anteriormente realizado y conseguir un acabado perfecto.

Os dejamos las fotos del antes y el después de un Land Rover Freelander 2 al que le cambiamos el color la semana pasada.

 

 

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